Testimonio de Alix Bottia – Sauróloga Avanzada

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Mi amiga estaba empacando tinto hirviendo en un termo. Al acercar el termo a su pecho para taparlo, el líquido se regó completamente sobre ella. Como consecuencia, su pecho quedó totalmente quemado y las ampollas (vejigas) comenzaron a formarse inmediatamente.

Al escuchar su grito, fui a ver lo que sucedía y le apliqué Jisko de inmediato.

El efecto fue notable: al poco rato, el enrojecimiento había desaparecido y las ampollas empezaron a reducirse gradualmente.

Esa noche, al regresar de trabajar, pasé a saludarla para ver cómo seguía y ya se encontraba en perfectas condiciones. Solo quedaba una pequeña marca o huella en medio de los senos. Le apliqué más Jisko y, a la mañana siguiente, amaneció totalmente recuperada.

La quemadura fue tan grave que, en condiciones normales, habría requerido atención médica inmediata, pero no fue necesario.

Estoy muy agradecida por los productos que se venden en el lugar de mi Madre y Maestra Regina 11.

Vilma Guzmán – Redactora