Desde Alaska hasta la Patagonia

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2004

Comienza el viaje en motocicleta

“La arena corre por entre nuestros dedos, y así es la vida. Cada semana, cada mes, cada año, robándonos el valor para cambiar, para buscar nuevos horizontes. A fraguar un nuevo molde. La pregunta esencial sigue siendo. . . Dios mío, ¿por cuánto tiempo tengo que pagar este precio? ¿Locura? ¿Tedio? Quizá fue frustración. . . o quizá fue Regina. De alguna manera logré echar a un lado los grilletes de la conformidad y abandoné Nebraska para vagar por el mundo.

Portada del libro Dos Ruedas a la Aventura parte uno.
Danny Liska cruzando uno de los tantos ríos en su travesía.
Noviembre de 1961 Revista Cycle

Año tras año, país tras país, continente tras continente, el gitano en mi ser cedió a cada capricho y entonces no me importó buscar las cosas que son, o estar huyendo de las cosas que eran, si buscaba placeres, tengo la seguridad que encontré muchos. Si buscaba aventuras quedé más que recompensado puesto que las aventuras estaban siempre a mi lado o trepadas sobre mis hombros ahuyentando el tedio que había conocido durante tanto tiempo.

¿Qué fue lo que motivó a Danny Liska  a realizar un viaje tan largo en motocicleta?

Nuestro protagonista continúa relatando: “Una mañana cuando tenía doce años, encontré en nuestro buzón del correo un folleto que anunciaba productos de Standard Oil. El impreso tenía muchas ilustraciones en colores  y un mapa de todos los países  situados a lo largo de la carretera Panamericana _el camino más largo del mundo. Había un mapa de Alaska en la primera página y una línea roja indicaba dónde quedaba la carretera en su extremo Norte, en Arctic Circle City (Ciudad del círculo Ártico). A través de la página marchaban los osos grises, esquimales, antas y manadas de caribúes.

Sobre la segunda página, se veían postes totémicos y oficiales de la Real Policía Montada estacionados a lo largo de la vía  en el Yukón canadiense. Más adelante las láminas eran aún más emocionantes, unos hombrecillos con grandes sombreros  iban montados en sus burros atravesando el mapa de México y la línea roja marcada: “Carretera Panamericana”.

Al sur de México los volcanes estallaban al lado de la carretera, mientras los micos y los loros  retozaban en las copas de los árboles. La mágica línea roja no se detenía en el Canal de Panamá, sino que continuaba hacia América del sur, donde una cabeza humana reducida colgaba de una lanza emplumada al lado de la carretera Panamericana  en el Ecuador. Arriba, en los Andes Peruanos, un indio descalza arreaba por la carretera  su rebaño de exóticas llamas  cuellilargas, y después un gaucho iba galopando, arrojando sus boleadoras a un ñandú en la Argentina.La línea roja seguía bajando hacia el sur hasta llegar al final para encontrarse  repentinamente cara a cara  con un pingüino en el extremo sur de Suramérica.

“Cuando niño, estructuré un plan para mi vida de aventura recorriendo la carretera más larga del mundo: desde las tierras congeladas en el norte de Alaska, hasta el extremo sur de Suramérica. “ Danny Liska.

A ninguno le mostré el folleto, sino que lo conservé para mí solamente. Cuando nadie observaba, lo sacaba de debajo de La cama y planeaba y volvía a planear  una y otra vez mi vida  de aventura por toda la carretera  más larga del mundo: desde los más septentrionales yermos de Alaska, al extremo meridional de América del Sur.

“….Andar  por las carreteras en motocicleta es para mí el deporte más maravilloso del mundo.”

Mi primera motocicleta era un Harley Davidson, de 74 pulgadas cubicas, la cual estaba dando rendimiento desde 1936. Era una máquina muy potente, pesada  y con un embrague “de suicidio” -sin término medio- únicamente se podía  meterle o sacarle completamente.  Antes de comprar esta bestia negra y roja, ya ella había dejado inválidos a varios motociclistas. …La compre por 250 dólares.

Yo no sabía nada de motocicletas, solo tenía 16 años, pero mi aventura amorosa con la motocicleta había comenzado y encontré que sin motocicleta la vida no merecía la pena vivirla.”

Más tarde  vendió la moto, tuvo otra, pero también la vendió, hasta que en 1958 se compró una BMW R-60 con la que viajó de Alaska hasta Argentina.

En 1964 la fábrica BMW, junto con su representante  Buttler & Smith Inc. De Nueva York, le regaló otra BMW R-60 en la cual viajó de Cabo Norte, Noruega, al cabo sur de África. En las dos BMW anduvo por 69 países  y durante dos años la fábrica BMW publicó en diferentes revistas una serie de avisos de página entera con fotografías que Danny había tomado en los viajes.

Durante la década de los sesenta varias revistas publicaron historias cortas de sus aventuras en motocicleta.

Artículo por: Amalia Cristancho Mora - Maestra Amakrim