Eres triángulo y a la vez un trino
dentro de tu vientre formaste 
el mundo que a mi me corresponde.
 
¿Eres buena o eres mala?
No lo sé, sólo vengo a decirte
madre del alma, que hoy mi vida 
se llena de esperanzas.
 
Que tu fruto soy de flor y espinas
y a mi cuerpo llegó la materia 
de mi padre aquí en la tierra. 
 
Tantas veces te he visto llorar 
por mis problemas.
y tu dulce aliento encontré en mis penas.
 
De tus caricias y regaños
encuentro siempre un dulce tema 
y al caer siento tu mano cariñosa 
levantar mi ánimo 
así sea con tu mirada acusadora
pero llena de amor y dulce encanto.
 
Formaste un mundo simbiótico
y en ese ritual trajiste alegrías 
y tristezas a mi ser, llenándolo 
de aroma y gratitud al saberte eterna.
 
Cómo te amo MADRE MIA 
Cómo te amo y te he de decirlo cada día.
Porque aun con tu materia desvanecida 
sigo tus pasos y alimento al mundo.
 
Soy padre de tu trino.
Soy TU ¡Oh! Madre mía,
Soy ese hombre que en ti abonó
la tierra mía.
y soy YO que sin los dos, no existiría.
 
No se puede pensar en madres muertas
si yo vivo, mi mi madre sigue viva
y si muero, ella queda protegida.
Eres madre, el rocío que alimenta mis mañanas.
Ese manto que me cubre cada noche.
Eres alimento y eres fuerza jadeante
que como suave brisa me acaricia
y para defenderme, como violento huracán te tornas. 
Fuente: Cantos y poemas - Regina Liska Betancur.
Imagen: Edgar Reascos.