Poema

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Cómo quisiera 

tenerte día y noche,

besar tus labios 

y acariciar tus manos, 

fundir tu piel 

sobre la mía

y derramar tu espíritu,

sobre mi corazón henchido.

Cómo quisiera dejar 

esos prejuicios 

de mujer madura 

y enamorada

como adolescente.

Cómo quisiera darte 

lo que jamás has obtenido,

ese amor sublime,

abnegado

y a la vez ardiente 

con esa entrega que 

se hace libremente 

y ese deseo de transportarte 

a las estrellas.

¡Oh amor! que 

en tan mal momento llegas 

por un camino sembrado 

de espinas y cosas bellas 

que al amanecer se cubre de rocío 

y al anochecer estira sus espinas 

punzando, al igual que el puerco 

espín a su enemigo. 

Fuente: Cantos y poemas - Regina Liska Betancur. 
Imagen: Edgar Reascos.