Maldición

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¡Oh! silencio que en mi alma

pegas gritos,

que en las noches 

me despiertas ipso facto

y me hieres 

una célula perdida.

 

¡Oh! mañanas 

con luces tan oscuras

y gritos que hacen mudos

con golpes al espacio.

 

¡Oh! ingrata humanidad

que empuñas el puñal

de la traición

llenando tu vida

de años sin amor.

 

¡Oh! dinero que te pudres 

en cajones 

mientras el niño llora

sin tener el alimento

que las neuronas forman

para dar el gran ejemplo.

 

¡Oh! malditos los que arrancan

al que ayuda

para entrar más al pueblo

en el averno

y dejar solo al que llora

y en desamparo,

al niño y viejo

que el gobierno abandona. 

Fuente: Cantos y poemas - Regina Liska Betancur.
Imagen: Carlos Yepes.