¡Oh! silencio que en mi alma
pegas gritos,
que en las noches
me despiertas ipso facto
y me hieres
una célula perdida.
¡Oh! mañanas
con luces tan oscuras
y gritos que hacen...
Pueblo mío, pueblo del alma,
¿es que no ves el suplicio
que destruye nuestra Patria?
¿Es que no miras la confusión
que te entregan los partidos?
Mira al campo...
He esculpido tu cuerpo
aquí en mi alma
y en mi piel, tu piel se ha
fundido.
Tus besos recorren por mi
sangre
con un grito interno de alegría
y pasión...